Wednesday, July 19, 2006

La Jornada y su xenofobia


Quizás sea una de las más grandes ironías de nuestra forma humana de ser la gran homogeneidad con que la Xenofobia, esa terrible patología de la arrogancia humana, se presenta. Es bien sabido que la xenofobia, como el VIH, no distingue género, clase social, nacionalidad, lengua, orígen, ni ninguna otra de las bases en las que los humanos solemos apoyarnos para ser xenófobos. Hombres, Mujeres, ricos, pobres, mexicanos, estadounidenses, brasileños, hispanos, francófonos, latinos, sajones, árabes, los de aquí y los de allá, todos, en algún momento actuamos xenófobamente. Es casi tan natural como respirar o caminar.

No obstante su 'naturalidad' la xenofobia es, en todo momento y lugar, injustificable. Sus consecuencias son variadas y multicolores. Van desde el simple ninguneo y frustración hasta el asesinato, pasando por la descalificación y la eliminación del victimado. Me atrevería a afirmar, siguiendo mi analogía, que la xenofobia ha sido tan dañina para la humanidad como el VIH mismo. Millones, centenares de millones, han muerto a su pies a lo largo de la historia. Es preocupante ver que nadie esté dispuesto a erradicarla. Más preocupante aún es ver a representantes oficiales y medios de opinión pública envolverse en el manto de esta terrible enfermedad.

Digo esto porque el día de hoy el periódico La Jornada hizo gala de su eterna incapacidad de autocrítica para mostrarnos qué tan capaz es de ejercer su gran potencialidad xenófoba. En su portada aparece la foto aquí presentada con una nota explicatoria: tras salir de un encuentro el candidato panista fue enfrentado por personas que, de alguna manera, burlaron el cerco de seguridad para golpear la ventana de su auto e insultarlo. Hasta aquí todo muy bien. Se trata simplemente de una nota periodística. Nadie tendría porque calificar esto de 'xenófobo' ni mucho menos.

Incluso en una nota, que supongo es editorial por carecer de autoría, afirma La Jornada que actitudes como la difundida no deben tener lugar. Increpa tanto al EMP encargado de la seguridad del candidato en cuestión como a la jefatura del PRD quien se deslindo de aber llamado a la gente para enfrentar al candidato. El regaño se debe a la respuesta de la cúpula perredista "se trata" afirmaron "de una respuesta a las provocaciones del blanquiazul y de la cúpula empresarial." La respuesta es a todas luces estúpida, los perredistas parecen sufrir de una agudización de su común miopía (ésta, por cierto, es mi opinión personal, no la de la nota editorial).

Lo curioso de todo esto es que el periódico parece sufrir de una incomunicación interna brutal. Pues, editorial a lado, en la portada misma encuentra uno la siguiente afirmación y su ya infame Rayuela de todos los días: "A ver si esto sirve para que en lo futuro los funcionarios dejen de lucir su inglés de Boston y pidan traducciones oficiales al idioma que todos entendemos." ¿Cómo se supone que deba uno entender éstas líneas?

¿Acaso significa que hablar inglés, a diferencia de hablar 'chilango' o 'regiomontano' o cuál, es algo que merece insulto? ¿Acaso debe uno avergonzarse cada vez que palabras similares a las de Shakespeare, Wilde, Wolf, Thoreau y Melville salen de su boca? ¿Acaso la lengua anglo sajona es deleznable?

Sospecho que la Rayuela asume que sabemos del candidato Panista que realizó estudios en la universidad de Harvard, ubicada en Cambridge (MA), que no en Boston. Sospecho que la Rayuela también sabe que dicha universidad es la mejor universidad del Planeta. Sospecho también que lo mejor que podríamos esperar de nuestros gobernantes es que tengan la mejor educación posible. La crítica, entonces, no se debe a que el candidato en cuestión haya realizado estudios en una institución mediocre. Se debe, sospecho, al simple hecho de haberlos realizado en el lugar en donde los realizó. Pero resulta entonces que estudiar en una universidad de habla inglesa es deleznable, algo que merece un insulto. O será que la Rayuela sabe con pelos y señales que la educiación recibida allende el Bravo es inmoral?

¿Acaso sea que, simple y llanamente, la Rayuela asume que unas lenguas son mejores que otras? ¿Será entonces que debemos hablar la lengua que "todos entendemos" o seguirémos siendo objeto de ataques, insultos y burlas? ¿Cuál es esa lengua, me pregunto? ¿Será, como dije, alguno de los cientos de lenguas que se hablan en el país y que solemos todos llamar 'español'? O quizás debamos todos aprender el castellano propio de Iberia (acentos, por supuesto, a escoger). Pero qué hay entonces del tojolabal, y qué del tzotzil, el maya, el náhuatl, rarámuri y las otras 65 lenguas hasta ahora reconocidas. Sospecho que la lengua de la que habla la Rayuela y a la que pide traducción no es el zapoteco... ¿Sabrá acaso la Rayuela, como debería saberlo, que su contraparte (porque los xenófobos se alimentan unos a otros) en el país vecino también ha insistido, con respecto a la legalización de los doce millones de ilegales, que antes que nada deben hablar inglés y olvidar su español, "porque es la lengua que todos entienden"?

¿Será entonces que la Rayuela busca que todos los indígenas del país hablen "la lengua que todos entendemos" porque sino serán objetos de improperio (como ya, de por sí, lo son)? ¿Se estará entonces justificando la actitud xenófoba con que se le ha impuesto un xenófobo aislamiento cultural a los indígenas...

Todas éstas son consecuencias de las estupideces escritas por la Rayuela hoy, Miércoles 19 de Julio de 2006 . Estupideces que, en medio de un ambiente de confrontación política que conlleva, cada día más, actos de incomprensión y desprecio, sólo sirven para echar más leña al fuego. Pido entonces que la Jornada se permita el lujo de pensar dos veces antes de llevar a imprenta sus emociones o que, en caso de no poderlo hacer por una inevitable y tradicional falta de autocrítica, se limite a guardar silencio.