Estudios recientes descubren patología neurológica
El descubrimiento
Basados en estudios del doctor Fodor, director del Centro de Ciencias Cognitivas de la Universidad de Rutgers, un grupo de científicos de la Universidad Marítima de Comala ha identificado un nuevo patrón de comportamiento patológico en el cerebro humano: la Electorálisis Cerebral o arrgancium cartesium por su nombre científico.
El cerebro humano, afirmó la vocera oficial del grupo comalense la doctora Eléas Pirró, funciona siguiendo un complejísimo sistema por medio del cual se relacionan oraciones significativas con creencias y éstas a su vez con acciones. “Hay diferentes niveles de explicación de este sistema, desde el más profundo en el que se entrecruzan las explicaciones sintácticas con las neurológicas, hasta el más explícito en el que se identifican latitudes fonéticas con contenidos semánticos” dijo la doctora tras mostrar en esquema un cerebro disectado y un hombre aparentemente gritando algo de manera efusiva (en letras pequeñas se lee “no al fraude”).
“La patología que hemos logrado identificar” añadió la doctora Pirró “afecta a todos los niveles en los que el cerebro humano trabaja.” La percepción de ciertas oraciones, que en ocasiones es filtrada por un medio crítico o eccepticum catalicum, determina el estado del lóbulo parietal izquierdo, el cual ha sido identificado desde hace años como la caja de creencias de Fodor, o lobulum doxásticum por su nombre científico. De manera que este lóbulo aumenta o disminuye su tamaño en relación con el input que recibe del exterior, las creencias que el lóbulo mismo tiene en cada determinado estado y la relación que guardan unas con otras por medio del eccepticum catalicum o medio crítico. El medio crítico, por su parte, tiene un funcionamiento de suyo complejo pues abarca los niveles de consistencia, no contradicción, ofrecimiento y petición de razones y argumentación.
“Hay casos aislados” añadió la científica “ en los que falla el medio crítico. Lo cual se debe generalmente” abundó “a la falta de oxigenación en el cerebro. En estos casos el paciente y su estado de salud no están en riesgo. Este tipo de fallas suelen arreglarse en cuanto el paciente se da el tiempo para respirar profundamente en un par de ocasiones mientras suspende, por unos instantes, el funcionamiento de su sistema doxástico (fundamentalmente la caja de Fodor).”
La Electorálisis cerebral, no obstante, se trata de una patología muy especial pues combina, como la anorexia, causas sociales e individuales y, de igual forma, se presenta como un riesgo para la salúd pública. En otras palabras, la arrogancium cartesium es patológica por presentarse en un alto número de individuos quienes padecen comunitariamente la enfermedad. Cabe decir que, a diferencia de la anorexia, la electorálisis cerebral se caracteriza por un exceso en la ingesta y una severa falta en la secretación o expulsión; en este caso, claro está, de creencias.
“El mecanismo principal de inoculación” ilustró la académica “consiste en la constante repetición de juicios y aseveraciones de manera oral o escrita sin previa inhalación, lo cual le impide al cerebro oxigenarse lo suficiente para echar a andar el medio crítico. Ello resulta en la emisión de fonemas o gramemas que, como ya dijimos, se identifican con creencias sin pasar antes por el medio crítico. Quien percibe de una u otra forma estas señales sin permitir la previa entrada de oxígeno al parietal izquierdo fácilmente será inoculado con la enfermedad. La razón por la cual la electorálisis cerebral es tan exitosa en su proceso de reproducción e inoculación es por que tras la inoculación todo inviduo reacciona, como es natural, con la inmediata expulsión, y por tanto emisión, del juicio portador de la enfermedad. Así, la electorálisis tiene casi un 100% de éxito de reproducción debido a que para reproducirse toma provecho de los mecanismos de defensa con que cuenta el sistema inmunológico .”
Los científicos comalenses llaman la atención sobre la gravedad de la electorálisis pues se trata de una enfermedad endémica. Debido a que se trata fundamentalmente de una falla del medio crítico, el individuo corre el riesgo de dar entrada a todo tipo de creencias. Para evitar la caída total del funcionamiento cerebral el individuo naturalmente se apega a otro grupo de individuos igualmente inoculados con quienes mantiene una simbiósis electoralítica que permite la reproducción y nutrición de la patología.
Su Historia
La doctora Pirró, ganadora (junto con sus colegas) del premio internacional de escepticismo 2006, afirmó que fue durante uno de los mayores brotes de electorálisis que la patología pudo ser identificada. Se refiere a las elecciones democráticas que en Julio del 2006 se celebraron en pueblo vecino a Comala, lugar de residencia de los escépticos. De ahí que la enfermedad lleve también por nombre “Electorálisis” que recuerda la parálisis mental en la que calló el pueblo vecino a Comala tras una profunda obsesión electoral.
“La patología se presentó en una de sus formas más típicas” recuerda con cierto desdén la escéptica. “El llano se encontraba literalmente en llamas. La electorálisis dividió a la población en dos bandos que se distinguían entre sí por colores y no por razones. Los azules decían que los miserables amarillos eran completamente ignorantes y proclives al robo. Los amarillos decían que los azules eran miopes criminales de cuello blanco, incapaces de ver más allá de sus burgueses objectivos. Ninguna de las partes era capaz de dar razón de sus juicios y no era de sorprenderse, pues todos habían sido tomados por sorpresa por un brote de electorálisis cerebral.”
“En algunos individuos el aparato crítico había sufrido ya dos y hasta tres infartos. Socialmente su presencia era nula o casi nula. La gente se permitía hacer todo tipo de juicios sin buscar necesariamente respaldo. La falta del medio crítico generó, como ya expliqué, la masificación de las personas siguiendo la parafernalia de la autoridad. Las creencias iban y venían sin mayor problema, e incluso las contradicciones se hacían presentes. Los amarillos, por ejemplo, exigían el recuento de los votos para lograr certidumbre ante un resultado que no les favorecía. Algunos, sin embargo, comentaban que exigían el recuento para demostrar que de hecho habían ganado, porque desean cambiar los resultados. Los azules por su parte afirmaban que las elecciones ya eran limpias y certeras, pero aún así impugnaban los comicios que no les beneficiaban. Incluso hubo quien, sin mayor asomo de funcionamiento crítico, afirmó que los observadores de otros pueblos (como los escépticos comalenses) tenían razón y al mismo tiempo estaban equivocados, puesto que no reconocían a vencedor alguno pero tampoco reconocían el fraude.”Abundó la doctora.
Epílogo
Casos extremos de electorálisis cerebral, como el antes mencionado, han sido identificados como fuente de otras enfermedades, igualmente neurológicas y del ámbito público pero de consequencias más severas, como la xenofobia y particularmente el racismo. Las elecciones del llano en llamas presentaron brotes de ambas patologías.
Hoy día en las escuelas de Comala se enseña a los niños sobre dicho caso paradigmático de electorálisis cerebral. La secretaría de salud del gobierno local espera con ello combatir un foco rojo en el mapa de la salud pública.
A partir de 2006 los escépticos comalenses han trabajado en la construcción de un casco tubular hueco que permita llevar oxígeno al medio crítico sin requerir del ejercicio voluntario del individuo, bloqueando así el medio principal de ataque de la electorálisis cerebral.
Reportó para el moro Macario Prado
