La labor de las ardillas bajo la nieve
Tanta tinta gastada en estos años
atendiendo preguntas.
He aquí el tormento:
¿Qué es lo que queda?
…quedan las preguntas,
todas las preguntas.
Supongo.
Nosotros siempre nos callamos para oírte,
nos callamos para saber cómo atiendes tú las preguntas.
Tu vocación nos rebasa con naturalidad.
Tu vocación por responder preguntas
siempre nos sorprende.
Sólo te recuerdo cuánto te recrea lo que mejor haces,
cuánto le aprendemos.
Todo lo demás es casi pleno sin sentido en este pueblo,
pero se escucha la labor de las ardillas
debajo de la nieve
y anda el olor del ocote ardiente
por las calles.
Porque es una simple verdad:
los inviernos son cíclicos,
por más tristes,
y ahí nosotros,
haciendo ciclos más grandes.
(Moisés Vaca Paniagua)
