Thursday, February 07, 2013

Jueves

Llevo días sin dormir. A diferencia de otras ocasiones, esta vez no tengo una buena hipótesis. No estoy convencido de nada. No sé por dónde comenzar a explicar por qué. Lo cierto es que me siento cansado. Aún no son ni las 10 am y siento una leve presión sobre mis párpados, las cejas, esa extraña región del rostro de donde podríamos pensar que surge la mirada. Esa presión que normalmente me lleva a la cama, ahora simplemente me hace reconocer que estoy cansado, que llevo días sin dormir.

Exagero. No llevo días sin dormir. Llevo días sin despertar genuinamente recuperado.

Hoy veré a la psicóloga.

A ver qué me dice.

Tuesday, February 05, 2013

Cambio

La semana pasada tuve mi primera sesión de psicoterapia después de mucho tiempo. Fue extraño ver la comodidad con la que me desempeñaba en ese contexto. Las manos, los gestos, las palabras se movían con una exacerbada naturalidad. Inevitablemente comencé a formar diagnósticos, a confirmar hipótesis, a construir una red para caer con seguridad en las manos de algún tipo de mal cognitivo. Quizás un vicio o un círculo. No lo sé.

Lo cierto es que desde entonces he comenzado a fijarme más en mis sueños. Hoy desperté revisando un sueño que llegó de último minuto. ¿Cómo dividir un sueño? ¿Realmente tienen partes? ¿Elementos? ¿Secciones? Creo que todo esto es un fraude, un gran fraude diseñado para entretener a enfermos. Peor. Para entretener a párvulos incapaces de aceptar que se acabaron los mimos.

Los sueños no están hechos de partes, tan sólo tienen todos los elementos que uno quiera adjudicarles. Al igual que las tragedias y los dolores, no sirven más que para alimentar esa gran necesidad de sentir pena por uno mismo.

En el sueño había un accidente. Una vez más. Había sobrevivientes. Una vez más. Sobrevivientes incapaces de ayudar. Una vez más.